MUSEO DEL METRO DE MADRID

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VISITA AL MUSEO DEL METRO DE MADRID

Sabado 18 febrero 2017
A las 12 Horas

Hoy os proponemos un plan de lo más interesante, misterioso, didáctico, muy asequible y además a salvo de las inclemencias del tiempo, así que si el día amenaza con mojarnos, esta vez no lo conseguirá  ya que nuestra aventura transcurrirá bajo el suelo de la ciudad, en el Metro de Madrid.

¿Y que tiene el Metro de Madrid tan especial o interesante, te preguntarás?, pues bien, si como muchos otros ciudadanos, utilizas diariamente el metro para desplazarte hasta tu lugar de trabajo, es muy probable que no te hayas percatado de algunas opciones interesantes que las estaciones del Metro nos brinda, ya que normalmente las prisas y el estrés no nos permiten relajarnos demasiado, sobre todo en horas punta, cuando en lo único que piensas es en tus quehaceres laborales ó en encontrar un asiento libre en los vagones.

Pues bien, déjame decirte que podemos pasar un día muy interesante descubriendo algunos tesoros ocultos en las intrincadas líneas del Metro de Madrid, sí, exactamente, el suburbano de Madrid además de ofrecernos la posibilidad de desplazarnos rápida y cómodamente por la ciudad, también nos guarda algunos alicientes bastante interesantes para que además de utilizarlo para desplazarnos en nuestros viajes, también tengamos la posibilidad de ampliar nuestros conocimientos sobre la historia y patrimonio de nuestra ciudad. ¡Comencemos!

Podemos comenzar por el denominado “Andén 0”, un proyecto abierto al público en el que se pone de manifiesto el patrimonio histórico de Madrid, a través del recorrido evolutivo de su suburbano, que fue creciendo paralelamente con el progreso y desarrollo tecnológico e industrial de la ciudad. Como si de una ventana al pasado se tratara, cualquier ciudadano puede asomarse y contemplar cómo era el Metro de Madrid hace 50 años y la transformación que ha ido experimentando a lo largo de su historia hasta nuestros días.

El proyecto “Andén 0” está representado por dos localizaciones físicas dentro de las instalaciones del Metro de Madrid, las cuales han sido restauradas y permanecen conservadas en su estado original desde su construcción, estas son: La estación de Chamberí ó también conocida como “estación fantasma” y La Nave de Motores situada en el número 49 de la calle Valderribas.

LA ESTACIÓN DE CHAMBERÍ Ó “ESTACIÓN FANTASMA”

La estación de Chamberí junto a otras siete estaciones más, formaron la primera línea del metro de Madrid (Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (glorieta de Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Puerta del Sol), inaugurada en 1919, una de las poquísimas ciudades que en aquellos años podían enorgullecerse de tener un Metro bajo su suelo. Madrid ya apuntaba maneras y dejaba entrever su carácter moderno, competitivo y emprendedor.

Debido a la evolución constante que experimentaba la ciudad en aquella época, se comenzaron a realizar numerosos estudios para ampliar la línea metropolitana y satisfacer así la demanda de transporte, uno de los cambios tendrían que ver con una ampliación en la longitud de los trenes, la cual resultó incompatible con la arquitectura de la estación de Chamberí, lo que produjo su cierre definitivo en 1966, de ahí su sobrenombre de “estación fantasma”.

En la actualidad, y después de una gran reforma, la estación de Chamberí forma parte del proyecto “Andén 0” y permanece abierta al público como estación-museo, con el mismo aspecto que tenía en el año 1919.

Vale la pena visitar esta vieja estación, donde nos sentiremos como si fuésemos los protagonistas de alguna película en blanco y negro del cine clásico español. Los desfasados torniquetes del acceso principal nos dan la bienvenida a otra época, como si de una máquina del tiempo se tratará, y ante nuestros ojos podemos descubrir cómo eran las taquillas, las máquinas expendedoras de billetes, las paredes e incluso el tipo de carteles publicitarios más populares de aquellos años. Desde los tablones informativos se anuncia el precio de los billetes que en aquel entonces se tarifaban por tramos ó trozos, como se puede leer literalmente en uno de los tablones de información “trozo Cuatro Caminos – Sol: 10 céntimos”.

Algo chocante pueden parecer las enormes y sofisticadas pantallas de proyección en color que comparten espacio junto a algunos de los antiguos carteles publicitarios de acabado cerámico, pero gracias a estas, podemos ver un amplio contenido audiovisual relacionado con la historia del Metro de Madrid, como vídeos y fotografías curiosas de aquella época.